Dentro de la arquitectura de ladrillo de Villaviciosa, encontramos la casa situada en la calle Eras, 31. Vivienda en pleno centro, que presenta importantes elementos de estilo neomudéjar de finales del siglo XIX. Su diseño muestra una mezcla de arquitectura rural con elementos propios de la arquitectura hispánica del siglo XVIII y estilismos ilustrados.
Edificio de dos plantas con un diseño simétrico y una organización clásica en sus ventanas y accesos. La planta baja tiene ventanas enrejadas con hierro de forja, mientras que la planta alta está abalconada. Los muros de carga son gruesos, típicos de una sólida construcción, donde el diseño no priva de la buena edificación, propia del estilo mudéjar.
Llaman la atención la imposta, que separa las dos plantas; las ménsulas, de escaso vuelo con el ladrillo a soga o sardinel; las formas geométricas en los aleros; la crestería en ladrillo muy decorada; los dinteles, que son falsos arcos planos de ladrillo a sardinel; y las jambas, que marcan notablemente la composición de fachada.
Su fachada muestra una composición estética conjugada con la construcción en un edificio que por su ubicación en esquina entre la confluencia de dos calles la proporciona una clara identidad y visibilidad.
Como curiosidades, indicar que en esta casa vivió José Maurelo, alcalde de Villaviciosa de Odón, y que la terraza que forma la cubierta de la vivienda se utilizó como observatorio durante la Guerra Civil Española, al ser un enclave elevado.
Dentro de este mismo estilo neomudéjar se encuentra la casa situada en la calle Eras, numero 2, la cual se ha reconstruido íntegramente, pero ha mantenido el mismo diseño y composición de su fachada original. Coincidiendo en sus características constructivas y de diseño con la casa de Eras, 31, esta última presenta en el centro de su fachada una amplia entrada en portalón, a modo del tradicional zaguán, y encima de ella una significativa zona abalconada. Este edificio combina la construcción rural que se va convirtiendo en residencial.
Del mismo modo, la vivienda situada en la calle López Polín, 1, restaurada en su totalidad, ha mantenido el mismo diseño original de su fachada.
Actualmente, estos edificios comparten su parte vividera con la parte de trabajo, y así, la casa situada en calle Eras, 2 es la conocida cerrajería de la familia Barba; en Eras, 21, la mercería de Maruja; y en la calle López Polín, 1, El Obrador.
Estas casas son claras representaciones de una herencia histórica y cultural, que permanece en nuestros días y que ha sabido combinar el lado urbano y el social a través de su arquitectura, arquitectura de ladrillo, que se inició por la zona de las Huertas del Infante, allá por el siglo XVIII y que ha perdurado en el municipio con un estilo neomudéjar, típico del siglo XIX.