Saltar al contenido
Recursos naturales
El Forestal - Prado Redondo
Imagen El Forestal - Prado Redondo

Por estos nombres se conoce en Villaviciosa a este bosque único de más de 20 hectáreas de extensión. Su creación se debe al trabajo de los primeros ingenieros de montes de España, que utilizaron la olmeda del arroyo de La Madre como campo de prácticas y que, en los 20 años que duró el periplo de la Escuela Especial en el Castillo de Villaviciosa, transformaron en un verdadero jardín botánico silvestre de especies autóctonas y foráneas.

Lo más llamativo de este tesoro ecológico fue la impronta de sostenibilidad que le otorgaron los ingenieros. Idearon una red de caces para redistribuir el agua del arroyo de La Madre por toda la cuenca, creando un auténtico ecosistema local capaz de alimentarse a sí mismo.

De este modo, generaron las condiciones necesarias para que hoy podamos encontrar, dentro de una región de clima mediterráneo, un bosque caducifolio propio de otras latitudes con magníficos ejemplares, muchos catalogados, de robles albares (Quercus petraea), robles carballos (Quercus robur), tilos (Tilia platyphyllos), avellanos (Corylus avellana), plátanos (Platanus hispanica), arces (Acer pseudoplatanus), olmos (Ulmus minor), chopos (Populus spp.), ginkgos (Gingko biloba), fresnos (Fraxinus angustifolia), castaños (Castanea sativa), pinos laricios (Pinus nigra), majuelos (Crataegus monogyna), saúcos (Sambucus nigra), alisos (Alnus glutinosa) sauces (Salix spp.), etc. Estos se encuentran mezclados con otras propias, como encinas (Quercus rotundifolia), alcornoques (Quercus suber), cipreses (Cupressus sempervirens), almendros (Prunus dulcis), pinos piñoneros (Pinus pinea), pinos carrascos y muchas más, hasta un total de 350 especies que harán disfrutar a los amantes de la botánica y el naturalismo.

Como acompañamiento del marco forestal aparece una fauna variada cuyo componente más perceptible son las aves, aunque también habitan diversos mamíferos, reptiles, anfibios, y por supuesto, multitud de invertebrados.

En definitiva, un rincón de exuberante naturaleza, verdadero pulmón de la villa, donde hay habilitadas sendas y veredas que permiten el acceso a los visitantes desde el Paseo Bernardo de la Torre y Rojas, al pie del Castillo.

El Monreal - Dehesa de Secedón
Imagen El Monreal - Dehesa de Secedón

Flanqueando las orillas del Guadarrama, los terrenos del centro y oeste del término municipal presentan un relieve alomado surcado por barrancos, portando una abundante vegetación mediterránea compuesta principalmente por encinares, masas mixtas de pino piñonero y matorrales de sustitución.

Dentro de las especies arbóreas presentes, destacan encinas (Quercus rotundifolia), pinos piñoneros (Pinus pinea), enebros (Juniperus oxycedrus), algunos alcornoques (Quercus suber) y quejigos (Quercus faginea), entre otros. Como especies arbustivas y matorrales de sustitución encontraremos jaras (Cistus ladanifer), cantuesos (Lavandula stoechas), aulagas (Genista hirsuta), cornicabras (Pistacia terebinthus), retamas (Retama sphaerocarpa), esparragueras (Asparagus acutifolius), tomillos (Thymus mastichina), romeros (Rosmarinus officinalis), torviscos (Daphne gnidium), jaguarzos (Halimium viscosum), madreselvas (Lonicera etrusca), manzanillas (Santolina rosmarinifolia), etc. Junto a estas plantas leñosas, se desarrolla una comunidad herbácea extraordinariamente diversa.

Buena parte de los terrenos que componen esta zona son propiedad privada, por lo que el ecoturista podrá conocer los parajes a través de las cañadas y caminos existentes. Para los amantes de la naturaleza que gustan de adentrarse en el monte, recomendamos la visita a El Monreal, finca de titularidad municipal accesible desde el camino de Sacedón, que encierra una muestra representativa del paisaje, flora y fauna comentados.

El Sotillo - Vega del Guadarrama
Imagen El Sotillo - Vega del Guadarrama

La vega del río Guadarrama es, sin duda, uno de los valores naturales de mayor importancia de la Comunidad de Madrid, y por ende, de Villaviciosa. Tanto es así, que su conservación fue el motor que impulsó a la creación del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.

Constituye un auténtico corredor ecológico ricamente poblado de especies vegetales ligadas a la humedad del suelo, que permite la migración regional de especies animales entre los distintos ecosistemas.

Las especies vegetales de las riberas fluviales se distribuyen en franjas paralelas a la orilla, generando una estratificación horizontal característica y llegando a cubrir amplias superficies de depósitos aluviales. La hidroserie teórica desde el cauce del río hasta el exterior es la siguiente: cañaverales – juncales – saucedas – alisedas – fresnedas – la serie climácica (en este caso, el encinar).

Como especies arbóreas encontramos fresnos (Fraxinus angustifolia), álamos negros (Populus nigra) y blancos (Populus alba), diversos sauces (Salix spp.), olmos (Ulmus minor), quejigos (Quercus faginea), encinas (Quercus rotundifolia), pinos piñoneros (Pinus pinea) y rodenos (Pinus pinaster), arces (Acer monspessulanus), etc. Dentro de las especies arbustivas o de matorral destacamos la presencia de: majuelos (Crataegus monogyna), rosales silvestres (Rosa spp.), retamas locas (Osyris alba), zarzamoras (Rubus spp.), escobas (Cytisus scoparius), esparragueras (Asparagus acutifolius) y cornicabras (Pistacia terebinthus), entre otros.

De entre la amplia variedad de especies herbáceas presentes, conviene señalar la existencia de cañas (Arundo donax), carrizos y espadañas (Phragmites sp., Typha sp., Scirpus sp.), variedad de gramíneas (Cynodon sp., Dactylis sp., Agrostis sp., Festuca., Poa sp., Briza sp...), leguminosas (Trifolium sp., Vicia sp., Lathyrus sp., Medicago sp., Lotus sp., Ornithopus sp...), ortigas (Urtica spp.), llantenes (Plantago spp.) y un largo etcétera.

El Sotillo es un área recreativa accesible desde la carretera M-501 (Km. 12), que supone el enclave más conocido de la vega del Guadarrama. En este lugar, el ecoturista podrá pasear, realizar deportes al aire libre y disfrutar del ocio en plena naturaleza, además de encontrarse con una muestra representativa de las formaciones vegetales citadas y la fauna asociada.