Villaviciosa de Odón, partiendo desde un remoto pasado, ha sido testigo y escenario del transcurso de la Historia y de la interacción del hombre con la naturaleza.
Desde los primeros restos arqueológicos hallados, correspondientes al período tardorromano (siglo III), pasando por la época visigótica, la ocupación musulmana y los distintos reinados cristianos hasta llegar a nuestros días, la presencia humana en estos parajes parece permanente.
Al igual que en gran parte de España, las imágenes que hoy encontramos por los pagos del término municipal son el fruto del trabajo de nuestros antepasados por obtener cosechas de la tierra, alimentar los rebaños, aprovechar leñas y otros productos forestales, fomentar las poblaciones de especies de caza y crear zonas de recreo y esparcimiento.
María Luisa Gefaell, en su poético libro "Las hadas de Villaviciosa de Odón", crea una metáfora del proceso transformador:
"Cuando el Señor Odón llegó a estos campos, desde Segovia, vio bosques y bosques llenos de hadas, de corzos, de osos, de pájaros, de arroyos. Y vio también el Castillo, abandonado de moros y cristianos, y llamó a sus hijos:
– Venid, haremos aquí nuestras casas.
Vinieron los hijos del Señor Odón (...), y construyeron con adobes sus casas, entre el castillo y el arroyo de La Madre. Y estaba el campo sonoro de álamos, de encinas, de pinares, de hadas, de pájaros y fuentes.
(...) Y las hadas huían de los campos talados, huían a los bosques con los corzos, con los arroyos con los pájaros. El campo se quedaba sin fuentes, sin hadas y sin voces".
Como consecuencia del binomio clima–suelo, la región fue antaño un gran encinar mediterráneo maduro, con bosques de ribera en las inmediaciones de ríos y arroyos, y con sus correspondientes orlas de especies de flora y fauna asociadas. Hoy día, hemos heredado un paisaje en mosaico donde se intercalan distintas extensiones de encinares, dehesas, pinares, matorrales variados, bosques de ribera, sotos, cultivos de secano, huertas, eriales, pastos, jardines y zonas urbanizadas. A priori, podríamos pensar que nos hallamos ante un medio muy empobrecido respecto al estado primitivo. Muy al contrario, el hecho de encontrarnos ante ese conglomerado de situaciones permite la aparición de otros ecosistemas distintos con una gran diversidad de especies vegetales y animales que, de otra manera, no existirían.
A continuación se aportan diversas pinceladas de cada uno de los componentes ambientales en aras de que el ecoturista tenga una visión enriquecida del escenario que se abre antes sus ojos.